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El homenaje al fundador del pueblo, Padre Vicente Piñero

08/10/2025

Este miércoles 8 de octubre, con la presencia del intendente Miguel Gesualdi, funcionarios del Departamento Ejecutivo, concejales, consejeros escolares, representes de la educación, la policía, funcionarios provinciales, la Iglesia, vecinos, se reunieron en Saavedra y Piñero, a la vera del arroyo Giles.

Un día como hoy, pero de 1793, en ese lugar, el Presbítero tomaba posesión de las tierras donadas por Francisco de Suero y Giles. Desde el año 2003, por Ordenanza se realiza este homenaje al fundador.

Se izaron las banderas, entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, se colocaron ofrendas florales en el lugar donde está el mojón que representa el origen del pueblo.

La Honorable Cámara de Diputados de la Provincia, en la que San Andrés de Giles tiene a los representantes Carlos Puglelli y Belén Malaisi, declaró de Interés Legislativo, el 232 aniversario de la fundación de San Andrés de Giles.

El Padre Norberto Chirigliano dijo que “es bueno hacer memoria y ser agradecido con el Padre Vicente por su intervención y a quienes donaron las tierras. Desde el cielo, quizá él esté mirando y nosotros en nombre de toda la comunidad de San Andrés de Giles, queremos ser agradecidos”.

Luego contó la historia que se remonta a principios de 1793 cuando al Padre se dirigió a Juan Francisco de Suero y Giles preocupado porque en esta zona de la cañada de Giles había muchos vecinos que esperaban una capilla. El 8 de octubre, Juan Francisco de Suero le manifestó la intención de donar 60 varas de tierra con los fondos correspondientes, al Niño Jesús y a San José para realizar una capilla. El Padre Vicente admitió la donación”.

El intendente Miguel Gesualdi habló a los presentes sobre la importancia de esta fecha. “Es el primer paso hacia la fundación de nuestro pueblo. El Cabildo de Luján autorizó la construcción de oratorio en el paraje Giles respondiendo al pedido de un grupo de vecinos que movidos por su deseo de fe y de comunidad querían tener un espacio propio para el culto y la reunión”.

“Fue un acto de esperanza y compromiso con el futuro. El sacerdote Vicente Piñero, proveniente de San Antonio de Areco fue una figura esencial en este proceso. A caballo y con escasos recursos recorría la vasta llanura bonaerense para atender espiritualmente a los pobladores. Fue él quien alentó a los vecinos a consolidar ese oratorio, convencido de que la presencia de la Iglesia sería el corazón de la nueva comunidad”.

Comentó que luego de la autorización del Cabildo, los vecinos pusieron manos a la obra construyendo una capilla de adobe y techo de paja. El intendente Gesualdi explicó que los hombres varias veces tuvieron que interrumpir la construcción en 1806 ante el paso de patrullas militares que aún pasaban porque ese fue el año de las Invasiones Inglesas. El Padre Piñero se quedaba con ellos, rezaba y alentaba a no abandonar la obra que, según sus palabras, “habrían de dar luz y esperanza a estas tierras”.


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