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Hipertensión Arterial y su control

14/05/2024

En esta semana se realizan algunas actividades teniendo en cuenta que el 17 de mayo es el Día Mundial de la Hipertensión Arterial.

 

En ese marco, el jueves 16 de mayo, de 10 a 14:30 horas en el Centro de Cultura, Rivadavia 752, la Secretaría de Salud y Salud Comunitaria, brindarán información, folletería y se realizará la toma de presión arterial.

 

La Secretaría de Salud, a cargo de la médica Yamila Maccari, sugiere a los vecinos que para medir su presión arterial se acerquen  a los Centros de Atención Primaria de Salud (C.A.P.S.) más cercano.

 

Por otra parte, se comparte información del Jefe de Hipertensión Arterial del Hospital de Clínicas en CABA, Dr. Mariano Duarte, que también integra el equipo Municipal de Salud de nuestra ciudad.

 

17 DE MAYO

DÍA MUNDIAL DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL:

Lo que debemos saber …

La hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante para padecer enfermedad cardiovascular prematura: infarto de miocardio, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, como así también es una de las causas más frecuentes de insuficiencia renal crónica y diálisis. Su prevalencia es muy elevada, ya que afecta en nuestro país a uno de cada tres adultos.

 

¿Cuáles son las causas de Hipertensión Arterial?

En este sentido debemos considerar dos grupos: la hipertensión primaria, que se da en 9 de cada 10 personas, y la hipertensión secundaria. En la hipertensión primaria no hay un único agente causal, sino una poli causalidad, involucrando mecanismos neurales, renales, endócrinos, humorales y vasculares, todo ello sobre la base de una predisposición genética. Por otra parte, la hipertensión secundaria es consecuencia de una enfermedad o circunstancia especifica. Por ejemplo, un desorden endócrino con exceso de hormonas capaces de inducir hipertensión como aldosterona o catecolaminas; o afecciones como la insuficiencia renal, la obstrucción de la arteria renal, la apnea del sueño o la obesidad mórbida. También hay causas medicamentosas por la ingesta regular de fármacos o el consumo de drogas de abuso.

 

¿Cómo se diagnostica la hipertensión arterial?

Para ello se requiere de un instrumental básico que consiste en un tensiómetro, el cual puede ser analógico (tensiómetro aneroide) o digital y de un personal capacitado adecuadamente. El instrumental debe calibrarse periódicamente y recomendamos los dispositivos automáticos que se colocan en el brazo y no en la muñeca. Luego de una adecuada toma de presión arterial que incluye varios registros sucesivos, los pacientes que presenten valores por encima o iguales a 140/90 mm Hg en dos a tres consultas separadas por una semana, serán considerados hipertensos. Cabe aclarar que, en los casos de pacientes que presenten daño en los llamados “órganos blanco”, es decir compromiso o afección cardiovascular, cerebral, renal u ocular por la hipertensión, se puede establecer el diagnóstico en la primera consulta. Los pacientes con daño de órgano blanco son considerados de alto riesgo.

 

¿Existe el efecto o la hipertensión de "guardapolvo blanco"?

Si. Ocurre cuando los pacientes tienen cifras de presión arterial elevadas en la consulta médica pero que se normaliza en sus hogares o en su vida diaria. Es decir, estos valores de consultorio no se mantienen en forma sostenida en el tiempo, sino que se elevan sólo en ese momento. De este modo ellos pueden referirnos que cuando se toman la presión en su domicilio es más baja o normal. Sumado a esto al evaluarlos más profundamente, no se hallan evidencias de daño de órgano blanco, y el monitoreo ambulatorio de presión de 24 horas (presurometría), comprueba los dichos del paciente, es decir promedios tensionales normales. A pesar de ello, estos pacientes deben mantener conductas saludables para prevenir el desarrollo de una hipertensión futura.

 

¿En qué consisten las medidas de prevención?

Incluyen el descenso de peso si hay obesidad y evitar el sobrepeso, la incorporación de actividad física aeróbica regular, mantener una alimentación saludable (rica en vegetales, frutas, cereales, adecuada en proteínas y aceites vegetales, baja en sodio, harinas y grasas saturadas), suspensión del tabaco, evitar los excesos de alcohol y no consumir drogas de abuso. Estas medidas son de suma importancia para prevenir que las personas con factores de riesgo y antecedentes familiares sean futuros hipertensos.

Resulta muy preocupante ver el aumento del sobrepeso y la obesidad infantil, los que están principalmente asociados con una alimentación donde abundan las comidas rápidas, con altísimos contenidos de sodio, grasas no saturadas harinas y azúcares refinados (incluyendo gaseosas y golosinas). A ello se le suman la pérdida del orden en la distribución de las comidas y el drástico aumento en la exposición a las pantallas de todo tipo que los aleja del juego y la actividad física al aire libre.

 

¿Y la sal?

El sodio nos permite mantener los líquidos de nuestro cuerpo y no perderlos. Debido a ello, en nuestros centros nerviosos más primitivos, la avidez por el mismo puede rozar el placer y muchos pacientes pueden referirnos eso al decir que necesitan “comer algo salado” o que no pueden ingerir alimentos sin sodio. En realidad, comer con cantidades bajas de sal no aumenta significativamente la presión, por lo que los pacientes hipertensos pueden consumir dosis bajas de sodio en las comidas sin mayores inconvenientes. Para decirlo de otro modo, el problema no es el contenido de sodio del agua mineral o del agua de red o el pan de mesa. Debemos enfocarnos en evitar los alimentos con cantidades muy elevadas de sodio, como comidas no hechas en casa (pizzas y empanadas), o como aceitunas, snacks, conservas, fiambres, quesos duros salados, etc. La ingesta regular de estos alimentos, si conlleva aumentos sostenidos en la presión arterial y promueve la retención corporal de líquidos, especialmente a nivel de los miembros inferiores.

 

Una vez diagnosticada la hipertensión ¿es útil el auto monitoreo?

Si. El auto monitoreo de la presión arterial con dispositivos digitales automáticos que se pueden tener en el domicilio constituye un avance muy importante. Esto le permite al paciente la toma de la presión en un ambiente con menos nerviosismo que en un consultorio, o que en un ambiente externo como una farmacia o un centro de salud. Además, el tensiómetro siempre le tomará la presión del mismo modo y evitará así la variabilidad de las tomas por diferentes personas y con diferentes dispositivos. Es necesario contar con una breve instrucción de cómo debe realizarse la toma, que comprende al menos estar sentado cómodo, con el brazo descubierto y apoyado, con un reposo previo de cinco minutos, sin haber previamente fumado o ingerido comida o café, con los pies apoyados y el manguito colocado adecuadamente en el brazo. Así el médico indicará si debe tomarse todos los días y evitará que el paciente realice múltiples tomas diarias, lo que no es aconsejable.

 

¿Quiénes deben tomar medicación?

Los medicamentos que descienden la presión arterial no actúan sólo en el momento de la toma, lo hacen en forma sostenida durante varias horas. Por ello, para el tratamiento farmacológico debe comprobarse la existencia de hipertensión sostenida y no episódica. Así, en forma general podemos decir que los pacientes en los que se han comprobado cifras de presión arterial iguales o mayores a 140 / 90 mm Hg, tienen la recomendación de inicio de tratamiento antihipertensivo. Siempre deberán ser acompañados de las medidas de prevención no farmacológicas mencionadas previamente.

En síntesis, la hipertensión arterial afecta a millones de personas en todo el mundo y a uno de cada 3 personas adultas en nuestro país, por lo que concientizarnos de ello y hacerlo con nuestros pacientes resulta primordial. Así a través de estos conceptos y sumando al auto monitoreo los pacientes adquieren conocimientos básicos que les permiten cuidarse más y mejor, y lo que es más importante, saben cómo hacerlo.

 

Doctor Mariano Duarte, Municipalidad de San Andrés de Giles, Secretaría de Salud

Jefe de Hipertensión Arterial, Hospital de Clínicas Facultad de Medicina UBA